La cerveza es una bebida alcohólica muy común en gran parte del mundo y, aunque el hecho de llevar alcohol implica beberla de forma responsable, aporta numerosos beneficios al organismo humano.
Es importante mencionar que no estamos únicamente ante una bebida alcohólica, sino ante una bebida fermentada. Esto quiere decir que la elaboración de la cerveza precisa del crecimiento y la actividad de levaduras, actualmente éstas se consiguen por el cultivo de levaduras fermentativas, una técnica desarrollada en el siglo XIX gracias a la investigación en microbiología.
La cerveza se obtiene del trigo o la cebada, estos cereales contienen carbohidratos complejos, los cuáles posteriormente se transforman en azúcares simples y finalmente producen alcohol, todo ello gracias a la acción de las levaduras. Numerosas investigaciones científicas han corroborado que se trata de una bebida ventajosa para la salud, siempre y cuando no se abuse de ella.
Veamos algunos de sus beneficios:
- Es antioxidante
Una de las principales propiedades de la cerveza es su efecto antioxidante procedente de la malta y el lúpulo, es decir, esta bebida aumenta la capacidad del organismo para retrasar el envejecimiento celular. Entre todas las cervezas, la oscura es la que tiene más efecto antioxidante.
- Acelera el metabolismo
Además, posee un alto contenido en vitaminas del complejo B. Estas vitaminas resultan de vital importancia para la alimentación ya que aceleran el metabolismo y son imprescindibles para que nuestro organismo pueda asimilar adecuadamente todos los nutrientes que obtenemos de la alimentación. Además, la presencia de estas vitaminas ayuda a prevenir que los hidratos de carbono sean transformados en grasa para su posterior reserva en nuestro cuerpo.
- Tiene bajo contenido en calorías
Al contrario de lo que mucha gente cree, la cerveza no engorda. Diversos estudios desmienten el falso mito de la «barriga cervecera», ya que el consumo moderado de cerveza solo supone un 4% de las calorías totales de la dieta de los hombres y un 3% de la de las mujeres.
- Previene enfermedades
Numerosos estudios científicos han demostrado que el consumo moderado de cerveza disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y prevenir los problemas del corazón como los infartos de miocardio o los accidentes cerebrovasculares, así como también evita los niveles de presión alta. Cabe destacar que, debido a las propiedades de la cerveza, se afirma que también puede resultar beneficiosa para evitar enfermedades del cerebro o demencias como el Alzheimer.
- Facilita la digestión
Los beneficios de la cerveza no acaban aquí, este brebaje consigue facilitar la digestión porque estimula las enzimas digestivas, así como también es capaz de estimular el apetito gracias al lúpulo, un ingrediente que únicamente se encuentra en la cerveza cuyo sabor amargo estimula el hambre.
- Es diurética
Si la comparamos con gran cantidad de frutas y hortalizas, el contenido en potasio que nos ofrece la cerveza no es elevado, pero sí es cierto que esta bebida fermentada posee una alta cantidad de potasio en comparación con la cantidad de sodio. Esta proporción entre ambos nutrientes le otorga un efecto diurético, lo que implica una mayor eliminación renal de líquidos y una mayor depuración de nuestro organismo.
Al mismo tiempo, gracias a su alto contenido en magnesio y potasio, ayudará a prevenir la formación de cálculos renales o piedras en el riñón.
- Contiene vitaminas y minerales
Asimismo, entre las propiedades de la cerveza cabe destacar el alto aporte de nutrientes como son vitaminas del grupo B, fósforo, proteínas, carbohidratos, sales, ácido fólico… Y es que la cerveza contiene más de 30 minerales, la mayoría de estos se originan en la cebada malteada.
- Baja en alcohol
Podemos remarcar también que se trata de una bebida de baja graduación alcohólica ya que, comparada con otras, el alcohol que contiene la cerveza es mucho menor —aunque no deja de ser alcohol y es necesario beber con moderación— y también puede tomarse en su versión sin alcohol. Esta bebida también cuenta con propiedades favorables para la salud.
Alguna gente se puede preguntar si los beneficios de la cerveza son aplicables a la cerveza con alcohol o sin alcohol. Llegados a este punto, es necesario decir que el consumo moderado de cerveza con alcohol no está relacionado con la popular «barriga cervecera», hecho que es debido a otros factores como el sedentarismo o los malos hábitos de alimentación.
Lo que sí que es cierto es que el alcohol nos aporta más calorías y además estas calorías son vacías, ya que no aportan ningún otro nutriente. En este caso en concreto, los nutrientes son aportados por la propia elaboración de la cerveza y los ingredientes empleados.
Por lo tanto, en caso de seguir una dieta hipocalórica se recomienda la cerveza sin alcohol ya que el contenido en calorías se ve disminuido. En otras situaciones como el embarazo, la lactancia o enfermedad hepática también será necesario recurrir a la cerveza sin alcohol o cero.
No obstante, si queremos aprovechar todas las propiedades de la cerveza y la bebemos con moderación, podemos ingerir tranquilamente cerveza con alcohol. Eso sí, siempre con moderación y en el contexto de una dieta saludable y equilibrada, ya que el alcohol es metabolizado por el hígado y en grandes cantidades puede dañar este importante órgano.
- Hidratante
Lo primero que nos llama la atención acerca de los beneficios de la cerveza por su composición nutricional es su alto contenido en vitaminas y minerales, por este motivo la cerveza es considerada como la mejor bebida isotónica.
Por su contenido en potasio, magnesio y calcio, la cerveza alimenta directamente a nuestros músculos, ya que estos minerales son esenciales para una adecuada contracción y relajación muscular, de ahí que esta bebida considerada como isotónica resulta útil en la recuperación de los deportistas.
- Previene infecciones
Algunos estudios han demostrado que el consumo moderado de cerveza aumenta nuestra respuesta inmune frente a agentes infecciosos, ya que aumenta los niveles de determinados leucocitos o glóbulos blancos, las células de nuestro sistema de defensas.
Y por último, un buen consejo: bebe con moderación.