FRUTAS Y VERDURAS DE TEMPORADA (PRIMAVERA) Y QUE NOS APORTAN

La primavera trae consigo una explosión de vida y color, manifestada en la exuberancia de frutas, verduras y hortalizas que adornan los mercados y las mesas de nuestras cocinas. Este renacimiento estacional no solo nos deleita con su belleza, sino que también nutre nuestro cuerpo y fortalece nuestra salud.

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La primavera es sinónimo de muchas cosas, aunque su seña más clara es ser la estación en la que todo florece y, para la alimentación, esto significa la llegada de muchas frutas, verduras y hortalizas. Las hortalizas y frutas de primavera tienen un papel esencial en nuestra nutrición, y, por supuesto en nuestra salud. Todo ello con un añadido especial, las ventajas económicas de consumir frutas de temporada, que del huerto llegan rápidamente a las estanterías de la frutería y a nuestra despensa.

 

La llegada de hortalizas de primavera es bastante amplia en estos meses: brócoli, col, coliflor, espinacas, acelgas, guisantes, habas, judías verdes, lechugas o espárragos llegan a toda su plenitud.

 

Mayo si ofrece más alternativas, especialmente cuando avanza el mes. A finales de abril es la llegada de nectarinas, chabacanos y melocotones. También es el momento de la ciruela y la llegada de las cerezas, que, con sus diferentes procedencias, nos garantizan su abundancia durante muchas semanas.

 

Por último, en junio, se multiplica la variedad. Además de continuar las de mayo se añaden aguacates, brevas, frambuesas y diferentes variedades de pera.

 

Además de poder disfrutar plenamente de su mejor sabor, las frutas y hortalizas ofrecen abundancia de vitaminas, carotenos, fibra y agua, para hidratarnos en un momento en el que suben las temperaturas.

 

Por ejemplo, las frutas naranjas como chabacanos o melocotones, son ricas en betacarotenos que los usa nuestro cuerpo para producir retinol, una forma activa de vitamina A, que nos ayuda a preparar la piel para el rigor del verano.

 

Las hortalizas y frutas de primavera contienen multitud de vitaminas. Las frutas rojas (fresas, frambuesas o cerezas) son muy ricas en antioxidantes con beneficios antiinflamatorios, junto con una alta aportación de vitaminas E y C. En el caso de las cerezas aportan betacarotenos y tienen importantes beneficios depurativos y diuréticos. El resultado es que es uno de los mejores alimentos a la hora de eliminar toxinas y la retención de líquidos.

 

Las peras son excelentes para hidratarse cuando suben las temperaturas y son muy ricas en vitamina B, C y vitamina K, fundamental para el buen estado de los huesos. También contiene hierro, potasio, manganeso y magnesio

 

El consumo de hortalizas, especialmente de color verde, tiene efectos muy beneficiosos para disminuir los efectos de la astenia primaveral.

 

Los guisantes son ricos en vitaminas del grupo B, C, proteínas y minerales como hierro o potasio. Ayudan también al funcionamiento del sistema nervioso. Los espárragos verdes son ricos en proteínas, sales minerales y fibra. Además, tienen importantes propiedades diuréticas que benefician a los riñones, también lo hace con el hígado.

 

Los espárragos verdes son ricos en proteínas, sales minerales y fibra. Las habas aportan mucha fibra y proteínas vegetales. Son muy positivas para controlar los niveles de colesterol y aportan hierro y vitamina B1 Por su parte, las zanahorias, como melocotones o albaricoques, son ricas en betacaroteno, tienen propiedades antioxidantes y son ricas en ácido fólico.

 

En general, las frutas y hortalizas de primavera tienen la gran ventaja de consumir un alimento fresco y propio de temporada, y con ello maximizar el aporte de vitaminas y nutrientes, ya que están en su mejor momento nutritivo.

 

A esto hay que añadir otro aspecto muy importante de los alimentos de temporada, su gusto y aroma, que reflejan el estado de madurez de las frutas y hortalizas de primavera. Este punto es más importante de lo que parece, ya que más sabrosas estén frutas y hortalizas, más se consume.

 

Además, esta madurez las hace mucho más digestivas y se adaptan a las necesidades de la estación de forma más natural. Si en invierno tienen propiedades caloríficas en primavera y luego verano son refrescantes y nos ayudan a una correcta hidratación. En definitiva, nos ayudan a tener una mejor salud.

 

Consumir frutas y verduras a diario es positivo para que nuestro organismo funcione correctamente. Es más, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda comer, al menos, cinco raciones cada día, lo que es proporcional a unos 80 gramos por ración (400 gramos en total).

 

La primavera es sinónimo de muchas cosas, aunque su seña más clara es ser la estación en la que todo florece y, para la alimentación, esto significa la llegada de muchas frutas, verduras y hortalizas. Las hortalizas y frutas de primavera tienen un papel esencial en nuestra nutrición, y, por supuesto en nuestra salud. Todo ello con un añadido especial, las ventajas económicas de consumir frutas de temporada, que del huerto llegan rápidamente a las estanterías de la frutería y a nuestra despensa.

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