¿CÓMO CONCRETAR TUS METAS Y PROPÓSITOS?

Pasamos la vuelta a la página, ya estamos en otro año más. Pasaron las fiestas de diciembre, los festejos, los momentos de reflexión y tal vez hubo tiempo para pensar y plantearnos buenos propósitos de cara al año que entra y acerca de las metas que pensamos conquistar en este 2024.

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¿CÓMO CONCRETAR TUS METAS Y PROPÓSITOS?

Pasamos la vuelta a la página, ya estamos en otro año más. Pasaron las fiestas de diciembre, los festejos, los momentos de reflexión y tal vez hubo tiempo para pensar y plantearnos buenos propósitos de cara al año que entra y acerca de las metas que pensamos conquistar en este 2024.

A veces conseguimos lo que nos proponemos, otras veces empezamos con entusiasmo a dirigirnos a nuestro objetivo y al poco tiempo abandonamos, otras veces no conseguimos ni empezar.

Cuando no conseguimos lo que nos proponemos normalmente nos genera frustración y muchas veces nos justificamos “vendiéndonos” excusas a nosotros mismos (“es que no tengo tiempo para ponerme con esto ahora”, “no es tan importante”, “cuando llegue el verano mejor”, “hay otras prioridades/personas/temas que no me dejan”…y mil excusas más.) 

Pero, ¿Cómo hacerle para que podamos hacer realidad nuestras intenciones? Aquí te daremos algunos tips que te pueden facilitar la tarea.

Paso 1: Definamos bien el propósito:

Para que un objetivo sea viable debe cumplir varias características y estas son:

– Su consecución debe depender de uno mismo (o al menos en gran parte). Por ejemplo “encontrar trabajo” depende una gran parte de nuestro esfuerzo, pero también del azar u oportunidades que se presenten.  Por lo que habría que redefinir el objetivo destacando nuestro “papel” en su consecución. El Propósito ha de ser específico y Medible:

Paso 2: Trazar un “plan de acción” para conseguir tus propósitos:

– Divide tus objetivos en todos los “sub-objetivos” que puedas y ordénalos a corto, medio y largo plazo.

– Ordenar en el tiempo: Una vez que hayas desmenuzado tus propósitos en todas las acciones concretas que se te ocurran, has de colocar estos “sub-objetivos” en un calendario: bien sea para organizar una rutina, fomentar nuevos hábitos, o poner fecha a tareas concretas.

Paso 3: Inspírate, pregunta:

 

Busca inspiración en otras personas y en cosas que te motiven para la consecución de tu propósito:

¿Conoces a alguien que haya conseguido un propósito similar? Si no lo conoces búscalo, pregúntale o averigua cómo lo ha hecho, qué dificultades se encontró y cómo las superó ¿Cómo hizo o hicieron los que tuvieron éxito con su “plan de acción”? ¿Qué pasos siguieron para llegar al objetivo y cómo se organizaron?

Busca casos de éxito y saca inspiración, ideas y consejos, con ellos revisa tu “plan de acción”.

 

Paso 4: Dar el primer paso y revisar el plan cada poco tiempo:

 

Una vez tengas diseñado tu plan para conseguir tus propósitos y tengas fecha de inicio ¡manos a la obra!

 

 Recuerda que es importante durante el camino automotivarnos recordando por qué queremos conseguir ese propósito, revisar lo andado cada poco, corregir y pulir, buscar inspiración y reforzarnos a nosotros mismos.

 

Dentro de tu plan de acción es fundamental que incluyas una autoevaluación periódica, por ejemplo semanal, de cómo vas avanzando y qué problemas te encuentras en el camino.

 

Paso 5: Evalúa los problemas que surjan y busca soluciones:

 

Muchas veces sabemos la «teoría», conocemos perfectamente cómo deberíamos hacer las cosas. Pero al intentar ponernos en marcha ..pof! parece que no funciona

 

¿Surgen problemas en el camino?  Detéctalos y busca cómo afrontarlos:

 

Tenemos que ser flexibles en nuestro plan de acción y tener en cuenta que podrá haber factores que puedan hacer que no podamos cumplir con lo planificado, que nos retrasen o incluso nos hagan retroceder un poco: aquí me refiero a imprevistos o factores externos que no dependen de nosotros y que nos retrasan en nuestros objetivos. Como por ejemplo enfermedades, un tema urgente que requiera toda nuestra atención durante un tiempo, etc.

 

¿He diseñado bien mi plan? ¿Mis objetivos son muy exigentes? ¿Me boicoteo a mi mismo? ¿Cómo lo hago? ¿Qué cosas me digo? ¿Me falta energía?  ¿Siento sobrecarga emocional?… Una vez identificado: ¿qué puedo hacer al respecto?

 

 Recuerda: «Si falla el plan, cambia el plan, pero no cambies la meta.»

 

 ¡Tú te mereces conseguir tus propósitos!..

Así que ¡a brindar por la consecución de tus propósitos!

 

 

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